Teoría de los dogmas (III): La causa como mecanismo de cambio cultural

0. Introducción

Habíamos visto en un escrito anterior, que toda sociedad tradicional tiene una religión oficial, con unos dogmas que limitan su evolución y que coinciden en la religión natural, porque, en caso, contrario, no sobrevivirían.

Como se vio en otro escrito anterior, en lo que se refiere a la sociedad occidental moderna (que tiene como religión oficial el progresismo derivado de la Ilustración), los dogmas son la libertad, la igualdad y el progreso. Sin embargo, un análisis sencillo nos muestra que estos dogmas no lo son en realidad y que no limitan la evolución en la sociedad.

Se esperaría, por lo tanto, que la sociedad occidental evolucionara de forma caótica, pero vemos que siempre evoluciona en la misma dirección: hacia una mayor atomización e individualismo de los ciudadanos, un mayor poder del Estado y las multinacionales asociadas a él y una mayor degeneración en el ámbito moral (es decir, un alejamiento de la ley natural).

¿Por qué se produce esto? Explicarlo es el objetivo de los escritos siguientes.

1. El mecanismo de causa

En realidad, el cambio cultural en la sociedad occidental moderna es producido por el mecanismo de «causa pol´ítica» (que llamaremos, simplemente, «causa»).

«Causa» es cualquier movimiento de masas que pretende un cambio político, del cual se afirma que hará la sociedad más moral. Un ejemplo podría ser la causa del feminismo, que propone que su victoria hará que las mujeres sean tratadas con más justicia.

No quiere decir que este cambio haga la sociedad más moral (de hecho, suele ser lo contrario), sino que la causa se vende como un aumento de la moralidad de la sociedad, como una lucha por el bien en la sociedad.

Por motivos que se explicarán más adelante, esta causa, para funcionar, tiene que alejarse de la ley natural y destruir las estructuras intermedias tradicionales que hay entre el individuo y el Estado (la Iglesia, la parroquia, el pueblo, el vecindario, la família extendida, la familia nuclear, la pareja, la nación cultural, etc.).

Cada causa puede contar con subcausas, que son causas más específicas que están englobadas en la causa global (así la causa del feminismo puede tener la legalización del aborto como subcausa).

Adelantamos que una causa es, simplemente, un intento de romper las convenciones sociales en un aspecto (lo que casi siempre implica romper la ley natural en un aspecto, pues esta es la base de las convenciones sociales) con el fin de obtener beneficios a corto plazo de este aumento en entropía, aunque ello traiga desastres a largo plazo.

Una causa puede tener éxito o fracasar al implantarse en la sociedad occidental (una causa fracasada en Estados Unidos es la prohibición del alcohol, la ley seca). Pero lo más probable es que tenga éxito. Una vez una causa triunfa en la sociedad, la sociedad adopta sus valores, por lo que la cultura cambia.

Se afirma aquí que el mecanismo por el que se produce el cambio cultural en la sociedad occidental (y, por lo tanto, en la religión progresista que es la oficial de esta sociedad) es el triunfo de las causas. Cualquier cambio cultural importante que se ha producido en Occidente se debe al triunfo de una causa.

2. Causas principales de la civilización occidental

Unos ejemplos harán más entendible este concepto. Explicamos, aquí, las causas principales de la civilización occidental en orden temático que se acerca al orden cronológico. También explicamos por qué estas causas se alejan de la ley natural y destruyen las estructuras intermedias tradicionales que hay entre el Estado y el individuo.

Las causas principales de la civilización occidental son:

A. La causa de la avaricia, que intenta conseguir la mayor cantidad de dinero para uno mismo.

Esta es la causa más antigua y la que produjo las otras. Comienza con el ascenso económico de la burguesía en el Antiguo Régimen. Tiene dos subcausas que se contradicen:

A1. La causa de la desregulación de actividades económicas. Es la causa original, que promueve la usura y la libertad de los capitales. Destroza las estructuras intermedias con las que se hacían negocios antiguamente (los gremios, las familias extendidas y los pueblos) así como las normas morales que limitaban el abuso económico (como la usura, que está prohibida en la mayoría de religiones). Es lo que se entiende como capitalista o neoliberal.

A2. Como reacción a la anterior, está la causa de la regulación de las actividades económicas, como forma de quitar dinero a los que más tienen y dárselo a los que menos tienen, con el Estado como instrumento de esta redistribución de la riqueza. De nuevo, no se tiene cuenta las estructuras tradicionales en las que se redistribuía la riqueza (como la familia, la parroquia o las comunidades locales) sino que cada persona se trata como un individuo y es el Estado el que hace la redistribución. Es lo que se entiende como comunista o socialista.

Las dos subcausas nacen de la Ilustración y tienen en común, además del individualismo y la destrucción de las estructuras económicas tradicionales, el hecho de que sitúan el dinero como centro de la existencia humana, una idea que sería muy extraña a nuestros antepasados y de la que hoy nos resulta imposible de escapar, pues es el aire que respiramos.

Estas causas se oponen a la ley natural que prohíbe la usura (por una parte) y el robo (por la otra).

En nuestro tiempo, las dos causas han encontrado un compromiso: el Estado quita el dinero a la clase media productiva para dárselo a la clase baja y a la clase media improductiva, mientras que desregula la actividad económica para la clase alta, que se escapa de los controles del Estado por diversos agujeros de las leyes.

B. La causa de la democracia, que intenta que el poder político esté cada vez más extendido.

Algunas de sus subcausas son la secularización (el apartamiento de las religiones tradicionales del poder político), el sufragio universal, el sufragio femenino, el sufragio de los inmigrantes y, en un futuro, el sufragio de los menores de edad.

Esta causa va contra dos principios de la ley natural: el deber (pues  una sociedad puede zafarse del deber si decide por mayoría que un deber no es tal) y la jerarquía (que dice que hay personas que están más capacitadas para ejercer el poder que otras).

También destruye todas las estructuras intermedias y va a un mayor individualismo, porque cada individuo tiene un voto. La democracia es la máxima expresión del individualismo y del Estado como forma de regular este individualismo.

Se ha experimentado con versiones de la democracia que no eran individualistas pero hoy se ven con extremo desagrado. Ejemplo: la votación por tribus de los romanos, la votación por estamentos del Antiguo Régimen, la votación por familias del régimen franquista, etc.

C. La causa de la promiscuidad, que intenta que la persona no tenga ninguna restricción para actuar según sus impulsos sexuales más básicos.

Algunas de sus subcausas son la normalización del divorcio, del uso de anticonceptivos, del aborto, del sexo fuera del matrimonio, de la procreación fuera de la familia (madres solteras, adopción por parte de parejas gays, etc).

Obviamente, esta causa destruye la familia nuclear al quitarle todo el sentido como único lugar donde se permiten las relaciones sexuales y la crianza de los hijos, apoyado por un régimen económico común.

D. La causa del género, que intenta que la persona se independicen de los roles sexuales que define la biología y convenciones sociales basadas en la biología.

Algunas de sus subcausas son la igualdad entre hombres y mujeres en sus roles legales y sociales, los movimientos de gays, lesbianas y transexuales y, en el futuro, la legalización de matrimonios poliamorosos.

La principal estructura que destruye esta causa es la pareja heterosexual, como unidad biológicamente normal y fundamento de la familia, por lo que se puede considerar una profundización de la causa de la promiscuidad, que se acaba de explicar.

En algunos casos, como el de los trans, la estructura que destruye esta causa es simplemente la unión de la biología y autopercepción de una persona. El individualismo ha ido tan lejos que ya está destrozando a los mismos individuos (por lo que ya no cabe hablar de «individualismo» sino de destrucción de estructuras), que se dividen en partes en conflicto (biología y autopercepción) y llaman al Estado para que intente resolver los conflictos que esto genera (por ejemplo, emitiendo un carnet a un hombre que diga que es una mujer)

E. La causa de la multiculturalidad, que intenta que la persona se independice de la nación, la raza y el grupo étnico.

Algunas de sus subcausas son las fronteras abiertas, las subvenciones a immigrantes ilegales, la prohibición de la civilización occidental de normar su cultura mayoritaria y tradicional en el espacio público (todas las culturas deben ser iguales en los países de Occidente), la secularización (que también está comprendida en otras causas de las que se ha visto anteriormente), la negación del concepto de raza, la teoría de que la supuesta opresión pasada de ciertos grupos étnicos les da derecho a compensaciones a sus descendientes, etc.

Las estructuras que se destruyen en esta causa son la nación, la raza, el grupo religioso y el grupo étnico. Va contra la ley natural, porque la ley natural dice que estas son formas naturales que tienen organizarse los grupos humanos.

E. La causa del ecologismo, que intenta que el Estado regule el acceso de los ciudadanos a la naturaleza.

Se resiste aquí la tendencia a definir el ecologismo como «protección de la naturaleza». La protección de la naturaleza ha sido una constante en la historia humana, pues el hombre ha vivido de la naturaleza y la ha protegido. Ya en la Edad Media se cuidaban los bosques para que no se quemaran.

El ecologismo se define como la regulación del acceso a la naturaleza por parte del Estado. Ahora quien decide cómo se protege la naturaleza no son las comunidades locales, que siguen técnicas tradicionales, sino un funcionario o un legislador que está a cientos de kilómetros y quizás nunca ha salido de un ambiente urbano. De nuevo vemos la destrucción de estructuras intermedias (como comunidades locales) y el aumento de poder del Estado, lo que también favorece el individualismo.

A parte de esto, esta causa va contra un pilar de la ley natural: que el hombre es más importante que los vegetales o los animales. Al contrario, se considera al hombre como una plaga que está arruinando el planeta.

Algunas de las subcausas son la lucha contra el supuesto cambio climático, la lucha por que no haya presencia humana en entornos naturales, el hombre no se mezcle con la naturaleza, los movimientos de derechos de los animales, la lucha contra la contaminación, la reducción de la población (la antinatalidad) y también todos los estilos no reproductivos que esta causa comparte con las causa sde la promiscuidad y del género.

3. Incógnitas a despejar

En conclusión, vemos que todas las causas de la civilización occidental (que se acaban de describir) van en una misma dirección: mayor atomización, mayor Estado, destrucción de estructuras tradicionales intermedias y alejamiento de la ley natural. Es normal que la civilización occidental vaya en esta dirección conforme se vayan implementando estas causas, lo que cambia los valores de la cultura en esa dirección.

Sin embargo, esta es una explicación incompleta. Ahora ya sabemos que la civilización occidental va en la misma dirección porque todas las causas van en una misma dirección. Sin embargo, esto plantea una pregunta obvia, ¿por qué todas las causas occidentales van en la misma dirección? ¿Por qué no hay causas que van en favor del fortalecimiento de la familia, por ejemplo?

Es claro que hay un mecanismo cultural en la sociedad occidental que sólo selecciona causas que van en esa dirección y descarta causas que van en dirección contraria. ¿Cómo funciona este mecanismo cultural?

Con más detalle, si recapitulamos todas las incógnitas que tenemos pendientes, podemos resumirlas en las siguientes preguntas:

1. ¿Cómo funciona una causa en la cultura occidental?

2. ¿Por qué las causas tienen éxito en la cultura occidental?

3. ¿Por qué las causas no existen en otras culturas?

4. ¿Por qué todas las causas van en una misma dirección? (Más individidualismo, más Estado y alejándose de la ley natural)

5. ¿Cómo las causas producen el cambio en la religión progresista?

Estas incógnitas se despejarán en los siguientes escritos.