Teoría: el sentido del cambio en la sociedad moderna

7. Otra forma de ver el cambio cultural

Dado que la ley natural mantiene la estructura de la sociedad y una causa destruye parte de esta estructura, podemos ver el triunfo de una causa como una destrucción de estructura (un aumento de entropía) que produce energía a corto plazo, dejando desastres a largo plazo.

Así, por ejemplo, la prohibición del divorcio «sin culpa» tenía como función proteger la estructura del matrimonio, con el fin de que la sociedad se reprodujera y la siguiente generación creciera en un entorno estable.

Romper esta parte de la ley natural y permitir el divorcio «sin culpa» creó una cantidad de energía al romper la estructura del matrimonio y aumentar la entropía. Esta energía se aprovechó a corto plazo (como vemos más arriba), creando todo tipo de beneficios materiales y psicológicos, creando desastres a largo plazo.

Así, una causa exitosa se parece a hacer una hoguera, que crea energía de la estructura química de la leña, dejando cenizas.  Como una hoguera, es un proceso que aumenta la entropía, destruyendo la estructura y dejando un sistema más desordenado y menos estructurado al final.

(Esta comparación es más adecuada de lo que parece. Como se ha visto en otro escrito, las estructuras son entidades de baja entropía y, cuando se destruyen, producen energía y dejan un estado de alta entropía. Esto se produce para todo tipo de estructuras, ya sean químicas o sociales).

Si la civilización occidental fuera un pueblo, su evolución en los últimos siglos puede compararse a un incendio que va quemando progresivamente las casas de este pueblo. Alguna gente sufre mucho, otra prende fuego o se aprovecha del calor del fuego y el pueblo está cada vez peor económicamente, pero puede disimularse mientras aún quede riqueza suficiente o los bancos den préstamos. La gente baila alegre alrededor del fuego, sin saber que se está destruyendo su vida y su futuro.

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2. La sociedad moderna sólo evoluciona en una dirección (mayor entropía, alejándose de la ley natural)

Cualquiera que sea un poco observador puede comprobar que, desde que la religión progresista se impuso en las revoluciones burguesas, las sociedades han evolucionado siempre en un único sentido.

Este sentido puede resumirse en que la sociedad moderna evoluciona en sentido contrario a la ley natural o, dicho de otra manera, en sentido de una mayor entropía (es decir, a una simplificación de la sociedad, al destruir sus estructuras).

Como se vio otro escrito, la sociedad humana oscila entre la baja y la alta entropía, es decir, entre la baja estructura y la alta estructura. La ley natural son los mínimos requisitos a largo plazo para conseguir la estructura necesaria para tener una sociedad sedentaria.

Por lo tanto, se puede decir que la sociedad moderna va en una dirección hacia una mayor entropía (menor estructura). Es decir, lo que estamos viendo es que la sociedad está destruyendo las estructuras que la componen y va a un nivel más sencillo, lo que pasa en periodos de decadencia.

Podemos ver ejemplos, sin ánimo de ser exhaustivos:

1. Las sociedades modernas han evolucionado en el sentido de conferir cada vez más poder al estado y de destruir las estructuras naturales que rivalizaban con el estado (la comunidad religiosa, el vecindario, la família extendida, la familia nuclear, la pareja).

Como resultado, las sociedades han evolucionado en el sentido de una atomización creciente. La gente está cada vez más sola y las redes humanas son cada vez más débiles

Esto es claramente una simplificaci´ón de estructuras y una baja entropía. Va alejándose de la ley natural, que  se basa en que el hombre es un animal social y necesita relaciones sociales y comunidades locales para florecer. Además, la ley natural se basa en el principio de subsidiariedad: el estado es la última instancia. La mayoría de problemas se deben resolver de forma local.

2. Las sociedades han evolucionado en dar supuestos derechos políticos iguales cada vez a más personas (primero los no ricos, después las mujeres, después los inmigrantes).

Esto quiere decir que hay una simplificación de los mecanismos de poder, una mayor entropía. Pero la ley natural se basa en el principio de jerarquía: las decisiones son tomadas por personas específicas, que tienen el derecho de decidir, pero también tienen la responsabilidad ante sus subordinados.

3.  Las sociedades han evolucionado para eliminar la responsabilidad de los que se comportan mal. A nivel político, los gobernantes no tienen mayor responsabilidad que ganar en las urnas y evitar las penas de juzgados que controlan. A nivel económico, los bancos y poderes financieros (y sus ejecutivos) que estafan a la población no reciben ningún castigo. A nivel personal, una persona que rompe un matrimonio es frecuentemente recompensado, en vez de penalizado. Las sociedades se preocupan del okupa, pero no del propietario. Se preocupan de los inmigrantes ilegales, pero no de la clase social depauperada. Se da totas las facilidades a quien quebranta la ley, pero no al ciudadano honrado.

Esta falta de responsabilidad impide mantener las estructuras morales que ayudaban a la sociedad y hace evolucionarla a una mayor entropía. Se aleja de la ley natural, que penaliza a los que se comportan mal, como forma de proteger a los que se comportan bien.

4. Las sociedades han evolucionado en el sentido de una mayor promiscuidad. En tiempos de mi abuela, una mujer que hubiera tenido un novio ya nadie quería casarse con ella. Hoy en día sería considerada una puritana horrible, por no haber tenido sexo antes del matrimonio.

Esta promiscuidad disuelve estructuras como el matrimonio y la familia. Además, se aleja de la ley natural, que pone restricciones fuertes a la sexualidad. En la inmensa mayoría de las sociedades, el sexo está restringido al matrimonio y el adulterio es castigado. Unwin demostró que una sociedad promiscua se desintegra en tres generaciones.

5. Las sociedades han evolucionado en el sentido de una menor natalidad. Todas las modas modernas apoyan a una menor natalidad. Esto incluye la incorporación de las mujeres al trabajo, la extensión de la educación a edades cada vez más avanzadas, el materialismo y consumismo creciente, la promoción de divorcio, aborto, reproducción fuera del matrimonio (madres solteras) y de estilos de vida no reproductivos (LGBTI).

Esto es alejarse de la ley natural, que fomenta la natalidad, como forma de expandir la sociedad. Este es uno de los aspectos en que se ve que la ley natural es aquello que garantiza la supervivencia de la sociedad a largo plazo. Las sociedades que no fomentan la natalidad son conquistadas por las sociedades que sí la fomentan por pura demografía.

5. Las sociedades han evolucionado a una menor religiosidad de las religiones tradicionales. La ley natural dice que las sociedades deben ser religiosas. Lo más frecuente es que la religión tradicional sea lo más importante de cada sociedad, el centro de la cultura y la base de todo. Esto destruye las estructuras de la sociedad, porque la religión tradicional promulga una serie de reglas y prohibiciones que mantienen las estructuras sociales. De nuevo, se evoluciona a un estado de mayor entropía.

6. Las sociedades han evolucionado en el sentido de una mayor usura. Se llama usura a los préstamos bancarios cuando no se pueden descargar en caso de quiebra del deudor (en España, el préstamo hipotecario de una casa entra en esa categoría). Las sociedades modernas están inundadas de usura. No sólo los gobiernos, las empresas y particulares están hasta el cuello de deudas, sino que el poder del sector financiero domina el mundo, robando a los ciudadanos de su trabajo. La mayoría del dinero moderno es ficticio.

La usura sirve para que una clase parasitaria se beneficie de la destrucción de la sociedad y sus estructuras. Va en dirección de una mayor entropía. Es también alejarse de la ley natural, que pone fuertes restricciones a la usura, si no la prohíbe completamente. Las religiones tradicionales suelen prohibir la usura (es pecado en el catolicismo y prohibida en el islam, por ejemplo) y por muy buenas razones que se explicarán en un escrito futuro.

En general, las sociedades se han alejado de la realidad. Ya se niega hasta algo tan obvio como las diferencias entre hombres y mujeres.

El sentido del cambio es siempre el mismo. Nunca verás un cambio dedicado a proteger a la familia tradicional o a hacer el estado más pequeño. Como Nicolás Gómez Dávila observa en uno de sus aforismos:

«El moderno llama cambio caminar más rápidamente por el mismo camino en la misma dirección. El mundo en los últimos trescientos años, no ha cambiado sino en ese sentido. La simple propuesta de un verdadero cambio escandaliza y aterra al moderno.»

Los creyentes y propagandistas de la religión actual justifican esa única dirección en el sentido de que se avanza a una mayor libertad, igualdad y progreso, pero ya hemos visto que, por cada libertad o igualdad que se aumenta, hay una libertad o igualdad que se pierde, por lo que este no puede ser el motivo.

Lo que esperaríamos en una sociedad realmente basada en la libertad, igualdad  y progreso sería un comportamiento errático de la sociedad. Sin dogmas verdaderos, la sociedad evoluciona en cualquier dirección, de forma errática, dependiendo de las modas. Sin embargo, vemos una dirección muy marcada.

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(La prohibición o grave restricción del divorcio es parte de la ley natural y se da en todas las sociedades tradicionales. Cuando más restringe el divorcio una sociedad, más próspera es, por motivos que se explicarán en otro escrito. Además, el divorcio destruye una de las estructuras intermedias más básicas: la familia.

La civilización católica ha prohibido el divorcio de forma total mientras que, en la protestante, estaba restringido a supuestos muy minoritarios de abusos. Es muy raro en otras culturas, como la japonesa o la islámica. Todo esto duró hasta que se legalizó el divorcio «sin culpa» y, de repente, cientos de millones de matrimonios se divorciaron en la cultura occidental.)

¿Cómo funciona  una causa? Tomemos como ejemplo esta legalización del divorcio «sin culpa».