Cuando los cerdos vuelan

Si eres como la mayoría de las personas (¡y la mayoría de las personas lo son! ), quizás estás mirando las noticias y ves las cosas fantásticas que te piden que creas, sintiendo cada vez más que o bien, todo el mundo se ha vuelto loco, o bien, el loco eres tú.

Si te sirve de consuelo, déjame asegurarte de que no te has vuelto loco, y tampoco lo ha hecho todo el mundo: todo esto está planificado. Lo que ves a tu alrededor no es locura: es maldad, y ya se ha hecho antes. El psiquiatra y autor Anthony Daniels, quien tiene como nombre literario “Theodore Dalrymple”, explicó esto hace algunos años:

La corrección política es propaganda comunista en pequeña escala. En mi estudio de las sociedades comunistas, llegué a la conclusión que el propósito de la propaganda comunista no era persuadir o convencer, ni informar, sino humillar. Cuando se fuerza a las personas a quedarse calladas mientras se les dicen las mentiras más obvias, (o incluso peor, cuando se les fuerza a que ellas mismos repitan esas mentiras) pierden de una vez para siempre todo su sentido de integridad. Asentir a mentiras obvias es…de alguna manera, convertirse en malvado uno mismo. Por lo tanto, se erosiona e incluso se destruye la habilidad de uno para resistir algo. Una sociedad de mentirosos castrados es fácil de controlar. Pienso que, si analizas la corrección política, tiene el mismo efecto y objetivo.

La noticia de portada de hoy es el triunfo del torneo de natación femenina de la NCAA por parte de un joven que se hace llamar «Lia Thomas». Thomas nadó como hombre durante sus primeros años en la universidad, con resultados mediocres. Pero como “mujer”, es el mejor que existe.

Esto es, por supuesto, obviamente absurdo. Al fin y al cabo, la pregunta obvia que debemos hacernos «¿por qué, en principio, existen los deportes femeninos?».  Las diferencias físicas entre hombres y mujeres es tan grande que, como podemos ver aquí, los chicos de secundaria superan fácil y rutinariamente a las mejores atletas del mundo.

Pero,  como Dalrymple señala en la cita anterior, esta absurdidad no es un error, es el objetivo principal. (Lo mismo pasa con la elección de hombres como Bruce “Caitlyn” Jenner, y Richard “Rachel” Levine, para los premios “Mujer del año”, etc.).

Así que no, no te estás volviendo loco. Todo esto es un método completamente probado de subyugación social y política. La buena noticia es esta: todo lo que tenemos que hacer para que desaparezca es que todos nos neguemos a dejar que pongan más mentiras en nuestra boca.