Dane-geld, de Rudyard Kipling

980-1016 d.C.

Siempre es una tentación para una nación armada y ágil
Llamar a un vecino y decirle:
«Os invadimos anoche, estamos totalmente preparados para luchar,
A menos que nos pagueis en efectivo para que nos vayamos «.

Y eso se llama «pedir el impuesto danés»,
Y la gente que lo pide explica
Que solo tienes que pagarles el impuesto danés
¡Y luego te librarás del danés!

Siempre es una tentación para una nación avanzada y perezosa,
Pavonear y parecer importante y decir:
«Aunque sabemos que deberíamos derrotaros, no tenemos tiempo de hacerlo
Por lo tanto, os pagaremos en efectivo para que os vayais «.

Y eso se llama «pagar el impuesto danés»;
Pero lo hemos comprobado una y otra vez
Que, una vez has pagado el impuesto danés
Nunca te deshaces del danés.

Está mal poner la tentación en el camino de cualquier nación,
Por temor a que sucumban y se extravíen;
Entonces, cuando se le solicite que pague para no ser molestado,
Será mejor política decir:

«Nunca pagamos a nadie el impuesto danés,
No importa cuán insignificante sea el costo;
Porque el fin de ese juego es la opresión y la vergüenza,
¡Y la nación que lo juega está perdida! »

Rudyard Kipling

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A.D. 980-1016

It is always a temptation to an armed and agile nation
To call upon a neighbour and to say:–
«We invaded you last night–we are quite prepared to fight,
Unless you pay us cash to go away.»

And that is called asking for Dane-geld,
And the people who ask it explain
That you’ve only to pay ‘em the Dane-geld
And then you’ll get rid of the Dane!

It is always a temptation for a reach and lazy nation,
To puff and look important and to say:–
«Though we know we should defeat you, we have not the
time to meet you.
We will therefore pay you cash to go away.»
And that is called paying the Danegeld;

But we’ve proved it again and again,
That if once you have paid him the Dane-geld
You never get rid of the Dane.
It is wrong to put temptation in the path of any nation,
For fear they should succumb and go astray;
So when you are requested to pay up or be molested,
You will find it better policy to say:
–«We never pay any-one Dane-geld,
No matter how trifling the cost;
For the end of that game is oppression and shame,
And the nation that plays it is lost!»